viernes, noviembre 17, 2006

Brad Will: Su segunda muerte - His second murder (English/Spanish)





Brad Will not be able to rest in peace- Brad Will no podrá descansar en paz

Por El carlos vigueras

Brad Will tendrá que esperar a que se haga justicia. Sus asesinos serán buscados dentro del movimiento popular de Oaxaca, mientras los verdaderos culpables son exonerados. El gobierno de México presentó resultados de las investigaciones realizadas en el asesinato de nuestro compañero Brad que tratan de culpar a miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca como los que asesinaron a Brad.

English

Brad Will will have to wait for justice. His assassins will be looked for within the popular movement or Oaxaca, while the true guilty are exhonerated. The government of Mexico presented results of the investigations made into the murder of our companion Brad that try to blame members of the Popular Assembly of the People of Oaxaca as those who assassinated Brad.

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Brad Will no podrá descansar en paz. El pueblo de Oaxaca ha puesto los muertos. Hoy el gobierno quiere que ponga también a los asesinos. El gobierno mexicano quiere atribuir su muerte a miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO)al exonerar a los verdaderos asesinos, por medio de una supuesta investigación judicial que apunta a que el(los) asesinos estaban del lado de la APPO y no en el lado de los francotiradores paramilitares.

Brad R. Wills se volvería a morir si supiera el gobierno de México quiere atribuir su muerte a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca(APPO).

La consigna,quitarle responsabilidad a los asesinos que todo mundo vio disparando impunemente contra los integrantes de una barricada de la APPO en Santa Lucia.

Esto sucedido el 27 de octubre pasado,cuando Brad Rolland Will fue acribillado de dos balazos por paramilitares al servicio del gobernador Ulises Ruiz, entre ellos: Juan Carlos Soriano Velazco, Orlando Manuel Aguilar Coello, Abel Santiago Zárate , entre otros más que dispararon contra los miembros de la barricada.

Hoy el gobierno de México quiere negar justicia a Brad Will y presentar la versión maquillada, que fue asesinado por alguien que lo llevo herido, para luego rematarlo a quema ropa,a la vista de todos, con lo que provocaría una cacería contra los miembros de la APPO. Se plantea que aparentemente, fabricaron un mártir para su movimiento, cosa no solamente muy discutible,sino que es una versión irreal maquinada a los intereses de quienes buscan afanosamente reprimir al movimiento y sostener a Ulises Ruiz.

En las investigaciones realizadas por el gobierno mexicano, los dos disparos que se incrustaron en el cuerpo de Brad, fueron hechos por la misma arma,según los estudios periciales realizados durante 3 semanas y difundidos en los momentos en que se planea una represión generalizada contra la APPO y el movimiento estudiantil que los apoya en la Universidad Benito Juárez de Oaxaca.

Sin embargo dicha investigación trata de demostrar que Brad fue herido de un solo tiro y que se observó, que era uno solo, al momento de subirlo al VW blanco que se lo llevó herido, para luego aparentemente volverle a disparar durante el trayecto en que era llevado al hospital.

Todos saben y todos vieron los hombres armados con pistolas y rifles largos cuando dispararon sus armas y como cayó herido de muerte nuestro compañero Brad,justo cuando con su cámara capturaba las imágenes de sus asesinos.

El gobierno mexicano dio a conocer que las pruebas periciales realizadas para investigar la muerte de Brad Will arrojaron datos muy contrarios y dudosos a los que conocimos en su inicio que se reporta,que en el vídeo tomado por Brad, se observa que hubo un solo disparo contra él en el momento que fue recogido por los miembros de la APPO. Y que después cuando se lo llevaron, tenía otro segundo disparo, que fue provocado a quemarropa, posiblemente por la misma gente que lo trato de llevar al hospital en un VW blanco, mismo que dicen fue cambiado después,por otro vehículo en forma sospechosa. Las investigaciones dadas a conocer ayer por el forense del gobierno mexicano afirmaron que la muerte fue producida por la perdida de sangre y que de la hora en que ocurrió el ataque, al momento en que llegaron a entregarlo ya muerto,pasó más de una hora y media por lo que no se explican que paso en todo ese tiempo.

Aquí se pretende inculpar a las personas que lo recogieron herido y que no lo llevaron inmediatamente al hospital, por lo que murió desangrado, según la autopsia practicada a Brad y difundida 18 días después, lo que también nos indica que el gobierno presentó este reporte en forma conveniente a sus intereses para presentar a la opinión pública una sorpresiva versión que abre más interrogaciones, que indicios que aporten elementos para castigar a los verdaderos culpables.

¿Por qué hasta hoy se reveló esa información que implica maliciosamente y misteriosamente a miembros de la APPO que supuestamente fueron los responsables directos de su muerte?

¿Por qué se ofreció a Televisa para que divulgara estos hallazgos que exculpan a la gente de Ulises Ruiz y ponen en el filo de la navaja al movimiento popular de Oaxaca?

La cadena Televisa divulgó un vídeo donde se cuestiona que existieron dos disparos al mismo tiempo que cayera herido Brad, donde aparece aparentemente con un solo disparo en el pecho y no se observa huellas de sangre sobre el segundo disparo, lo cual pone en duda que los pistoleros fueron los que hirieron Brad, a pesar del propio vídeo filmado por él, en donde se observa claramente a los asesinos.

Mismos que gozan de libertad, sin que el gobierno de Oaxaca ola PGR les haya fincado responsabilidades por disparar impunemente contra los que se encontraban en la barricada de Santa Lucia, a un paso del centro de la capital del estado.

Esto independientemente del asesinato de Brad.

No hay duda, que si el vídeo donde se les ve disparando a los paramilitares de Ulises Ruiz,no es suficiente para enjuiciarlos, es porque gozaron de impunidad para hacerlo, tal y como lo siguen haciendo al ir a disparar a Radio Universidad y a los que defienden las barricadas cercanas a la Universidad Benito Juárez de Oaxaca. La campaña de terror impuesta por estos grupos fieles al gobierno priista, está documentada ampliamente por las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales que han sido testigos de estos atentados.

Existen múltiples vídeos que muestran a los grupos armados del gobierno y no hay una sola detención o encarcelamiento por estos hechos sangrientos que han dejado 15 muertos y muchos heridos, pero solo de la APPO y maestros de Oaxaca.

Es evidente que el gobierno federal y estatal han protegido a los grupos fieles a Ulises Ruiz y no existen registros de que hayan muerto algunos de estos francotiradores de manos de la APPO, los universitarios o los maestros de la Sección 22.

Para las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) como para la Procuraduría de Justicia del estado de Oaxaca, el peso de la ley debe caer sobre el movimiento popular y sus miembros, no así para los agentes encubiertos de civiles,policías, paramilitares y soldados vestidos de civil que han actuado en contra de la APPO, maestros y estudiantes, que aparentemente no tienen derechos en régimen represivo y violatorio de los derechos humanos.

¿Por qué ahora los servicios periciales y forenses del gobierno mexicano muestran una nueva versión que da vuelco 360 grados y se pone en tela de juicio que Brad Will fue asesinado por gente del gobierno de Ulises Ruiz y los exonera de cualquier responsabilidad para culpar a alguien más?

Es obvio que hay gato encerrado y mucha oscuridad para justificar el asesinato de Brad Will y echarle la culpa a la APPO para que caiga el peso sobre ellos y no sobre los verdaderos culpables que gozan de toda impunidad para seguir utilizando sus armas en contra de la multitud. Prueba de ello es que no hay indicios que se les haya hecho pruebas de uso de armas a los implicados cuando fueron presentados, independientemente que no fueron citados todos los que dispararon sus armas, ni se les fincaron cargos por lo que desaparecieron evidencias en sus manos y desaparecieron las armas asesinas.

Adicionalmente es del dominio público que el presidente del PRI local, el propio gobierno de Ulises Ruiz y sus funcionarios judiciales manifestaron que defenderían a estos posibles asesinos a los que consideraron defensores del régimen y que actuaron en defensa propia en contra de los rebeldes que se oponen al gobernador del estado. El mismo Senado de la República dijo que defendería hasta morir a Ulises Ruiz y su gobierno represor, sin importar que se han matado a 15 personas y al propio Brad Will, documentalista de Indymedia Nueva York.

Lo mismo hizo su dirigente nacional Mariano Palacios Alcocer y los gobernadores priistas que en bloque le brindaron todo su apoyo. Lo más sobresaliente del caso es, que la Embajada de EU en México no se ha manifestado vigorosamente en contra de este asesinato, como se podría pensar, en contra de un ciudadano estadounidense protestado sobre la nueva versión que cambia toda la realidad y pone en peligro la veracidad de un asesinato,que ahora se quiere atribuir, al movimiento popular y así tener elementos para justificar la represión. Es justo que en estos momentos se pida una investigación seria, imparcial, apegada a la verdad y no a una versión oficial que pretende encontrar y plantar nuevos culpables para seguir manteniendo una impartición de justicia torcida para beneficio de unos cuantos.

Carlos Vigueras

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Brad Will will not be able to rest peacefully. The people of Oaxaca have given their lives . Today the government wants to think we are also assassins. The Mexican government wants to attribute his death to members of the Popular Assembly of the People of Oaxaca (APPO) to exonerate the true assassins, by means of a supposed judicial investigation that aims at those who were on the side of the APPO and not on the side of the paramilitary snipers.

Brad R. Wills would die again if he knew the government of Mexico wants to attribute his death to the Popular Assembly of the People of Oaxaca (APPO).

The orders, to clear of responsibility the assassins who the whole world saw shooting with impunity against the members of a barricade of the APPO in Santa Lucia. This happened 27 of last October, when Brad Rolland Will was riddled with two paramilitary shots at the service of Ulises governor Ruiz, among them: Juan Carlos Soriano Velazco, Orlando Manuel Aguilar Coello, Abel Santiago Zárate, and others who fired against the members of the barricade.

Today the government of Mexico wants to deny justice to Brad Will and to present an invented version, that he was assassinated by someone who carried him wounded, to murder him point-blank, in view of all, in order to cause a free-for-all within the members of the APPO. They proposed that apparently, it created a martyr for the movement, this is not only very debatable, but it is an unreal version invented by the interests of those who zealously try to repress the movement and to support Ulises Ruiz.

In the investigations made by the Mexican government, both bullets that became lodged in the body of Brad, were fired by the same weapon, according to the expert studies done over 3 weeks and released at the moment in which a general repression of the APPO and the student movement that supports them in the University Benito Juárez de Oaxaca is planned .

Nevertheless this investigation tries to show that Brad was hurt with a single shot and that it was observed that was one single one, at the time he was put into the white VW that carried him while wounded, later apparently that he was shot during the trip to the hospital. Everyone knows and everyone saw the men armed with long pistols and rifles, when they fired their weapons and as our companion Brad fell mortally wounded, his camera captured the images of his assassins.

The expert proof that the Mexican government presented in the investigation of the death of Brad Will gave very opposite and doubtful data, which we knew would be reported, because in the video taken by Brad, it is observed that there was a single firing against him when the APPO members came to him. And that later he possibly had another second shot, point-blank, that was caused by the same people who took him to the hospital in the white VW which they say was changed later, to another vehicle in suspicious form.

The investigations given yesterday by the Coroner of the Mexican government affirmed that the death was due to loss of blood and that from the moment of the attack, to the moment he was pronounced dead, more than one hour and a half passed, in which they have not explained what happened.

Here they try to accuse the people who took him wounded of not taking him immediately to the hospital, and that this is the reason why he died from loss of blood, according to the autopsy of Brad and released 18 days later, which also indicates to us that the government presented this report in a way convenient to its interests, to present a surprise version to public opinion that opens more investigations, than indications that contribute elements to punish to the real guilty ones.

Why did they reveal information today that maliciously and mysteriously implicates members of the APPO being supposedly directly responsible for his death? Why was it offered to Television to disclose these findings that exculpate the people of Ulises Ruiz and drive the knife into the popular movement of Oaxaca? The Television chain showed a video where it questions that there were two firings at the same time when Brad fell wounded, where he appears apparently with a single shot to the chest and blood marks are not observed for the second firing, which puts in doubt that the gunmen were those who hurt Brad, in spite of his own video filmed by him, in which the assassins can bee seen clearly.

The same ones who enjoy their freedom, without which the government of Oaxaca or the PGR (Office of the judge advocate general of the Republic) would have to take responsibility for shooting with impunity against those they found at the barricade of Santa Lucia, a passage to the center of the State Capital. This independently of the murder of Brad.

There is no doubt, that if the video where it shows the paramilitary of Ulises the Ruizes shooting, is not sufficient to judge them, it is because they did it with impunity, even as they continue doing when they shot at Radio University and those who defend the barricades near the University Benito Juárez de Oaxaca. The campaign of terror imposed by these faithful groups to the PRI government, is documented widely by national and international human rights organizations that have been witnesses of these attacks.

Multiple videos exist that show the groups armed by the government and there isn't a single arrest or imprisonment because of these bloody facts that they have left 15 dead and many wounded, but only among the APPO and teachers of Oaxaca. It is evident that the federal and state government has protected the faithful groups to Ulises Ruiz and there is no record of these snipers by whose hands the APPO, the college students and the teachers of Section 22 have died.

For the authorities of the General Office of the PGR like for the Office of the judge advocate general of Justice of the state of Oaxaca, the weight of the law must fall on the popular movement and its members, not on the plainclothes agents, police, paramilitary and soldiers in civilian clothes that have acted against the APPO, teachers and students, who apparently do not have rights in this repressive regime who violate human rights.

Why now do the expert and forensic services of the Mexican government show a new version that turns it around 360 degrees and puts in judgment fabric that Brad Will was assassinated by people from the government of Ulises Ruiz and it exonerates them of any responsibility to blame somebody else? It is obvious that there are tricks and obscuring in order to justify the murder of Brad Will and to cast the blame onto the APPO so that the weight falls on them and not on the true guilty ones that enjoy all impunity to continue using their arms against the multitude.

Proof of this is that there are no indications that they have tested those who used the arms to the implied ones when they were presented, independently not all those that fired their weapons were cited, nor were charges brought about why evidence in their hands disappeared and the murder weapons disappeared.

Additionally it is in the public domain that the president of the local PRI, the same government of Ulises Ruiz and their judicial functionaries showed that they would defend these possible assassins, to those whom they considered defenders of the regime, that they acted in self-defense against the rebels who are against the governor of the state. The same Senate of the Republic said that it would defend until the death of Ulises Ruiz and their repressive government, without mattering that they have killed 15 people and our own Brad Will, journalist from Indymedia New York.

Their National leader, Mariano Alcocer Palaces did the same and the governing PRI members offered all their support him. The most outstanding in this case is, that Embassy of the USA in Mexico has not protested vigorously against this murder, like you would think, against an American citizen, protest the new version that changes the reality and puts in danger the veracity of a murder, that now they are trying to attribute, to the popular movement and thus to have excuses to justify the repression.

It is right in these times, to ask for a serious, impartial investigation, seeking the truth, and not an official version that tries to find and to plant new blame to continue maintaining the granting of twisted justice for benefit of a few.

Carlos Vigueras
Por El carlos vigueras mexiamerica@mexico.com http://mexiamerica.org hoy/today.org

nyc.indymedia.org

sábado, noviembre 11, 2006

V Encuentro Internacional de Corresponsales de Guerra


PALABRAS INICIALES DE JOSÉ DOS SANTOS

Amigas y amigos

Nos encontramos nuevamente en La Habana quienes, conociendo la guerra, estamos empeñados en luchar por la paz; una paz con dignidad, en la que se respeten los derechos de todos los humanos a la independencia, la autodeterminación nacional, el progreso y el bienestar.

Y nuevamente tenemos muchas cosas que decirnos y proclamar, levantando nuestras voces para denunciar y reclamar, para hablar por los millones que no tienen voz y sufren constante y crecientemente los terrores de las guerras, las de baja y gran intensidad, e incluso aquellas que no se declaran ni son consideradas como enfrentamientos bélicos pero que producen tanto dolor y derramamiento de sangre inocente como cualquier otra, y a veces más que otras.

Tenemos entre nosotros quienes han sido testigos de esa dramática realidad de nuestros tiempos e incluso, en su labor para denunciar desmanes –hoy a veces llamados daños colaterales- corren riesgos constantes para no dejar impunes crímenes como el cometido por las tropas estadounidenses contra el camarógrafo español José Couso durante la invasión a Iraq.

La Unión de Periodistas de Cuba se siente halagada y honrada con su presencia, al tiempo que comprometida en hacer de este intercambio un nuevo momento trascendente en la lucha por la paz.

Nuestras palabras en el inicio de este Encuentro van destinadas a rendir homenaje a una nueva víctima en el campo del periodismo, el camarógrafo estadounidense Brad Will, de la organización independiente de medios Indymedia.

El joven profesional acaba de sumarse a la larga lista de gente de prensa víctima de la violencia que impera hoy en muchos lugares del mundo. Su muerte se produjo mientras cubría el conflicto que ha estremecido la localidad mexicana de Oaxaca y ha trascendido al mundo por lo que significa en la lucha de los pueblos por una vida digna.

Sólo en ese país, por esos días iniciales de este noviembre, tres fotógrafos fueron heridos cuando jóvenes se enfrentaron con agentes federales que rodearon el campus de la Universidad Autónoma Benito Juárez de esa ciudad.

Sin la gravedad de esos acontecimientos también se reportó en el cercano territorio mexicano que el periodista Gildardo Mota, del Semanario Opinión de la ciudad de Oaxaca, fue detenido e incomunicado por elementos de la Policía Federal Preventiva. Durante la detención le golpearon, lo llevaron a la cárcel y le hicieron pagar fianza por presuntos “daños en propiedad ajena". Su crimen, realmente, consistió en reportar verdades.

Una agresión similar y por motivos parecidos se había registrado días antes cuando desconocidos golpearon y despojaron de su cámara al periodista Alberto López Cruz, del periódico local Extra, quien sufrió lesiones.

Triste, dramático y actual panorama que confirma la validez de la cercana denuncia de la Comisión de investigación de Atentados de Periodistas (CIAP). En ella se consigna que nueve profesionales del lente y la palabra, en seis países de América Latina, habían sido asesinados en el primer semestre de 2006 y que México encabezaba el balance, con 3 víctimas.

Según el informe semestral de entidad perteneciente a la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), la tendencia estadística totalizaría unas 18 víctimas para todo el año 2006, acercándose al fatídico guarismo de 20 muertes de 1995.

Además de asesinatos y desapariciones, indicó CIAP, los periodistas de toda la región sufrieron a diario ataques de diversa naturaleza, desde amenazas de muerte, golpizas de las mafias y agresiones policiales hasta atentados gubernamentales y legislativos.

Significa la comisión, a la que me honro en pertenecer, que el mayor peligro de muerte del periodismo regional radica hoy en la alianza entre bandas armadas del narcotráfico asociadas a la corrupción del poder político local, sea estadual, regional, provincial y/o municipal.

En varios países latinoamericanos –acota el análisis- se consolida una nueva clase política local de extracción delictiva que ejerce una suerte de "narcopoder" o "corrup-poder" en asociación con los ejércitos privados del crimen armado.

En los seis años de gobierno de Vicente Fox, han sido asesinados 23 periodistas, mientras la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (FAPERMEX) contabiliza 57 asesinatos desde 1983. Durante los 30 años de existencia de la Felap, desde su fundación en 1976, cerca de 800 periodistas han sido asesinados en América Latina y el Caribe.

Sigue creciendo en todo el mundo la tasa de muerte de periodistas que cumplen su deber de informar a la sociedad, asesinados por el crimen político-militar, político-policial y narcopolítico. Por ejemplo, en Iraq, desde que empezó la guerra en marzo de 2003, hay fuentes que señalan que han muerto 76 profesionales del sector, entre ellos 55 iraquíes, mucho más que todos los reporteros muertos durante la Segunda Guerra Mundial o en la cobertura de los dos decenios de la guerra de Vietnam.

En América Latina matan periodistas sin que haya ninguna guerra interna ni invasión militar extranjera frontal, excepto el conflicto armado de baja intensidad que sacude a Colombia desde hace medio siglo

Teodoro Rentería Arróyave, vicepresidente mexicano de FELAP y ex presidente de FAPERMEX, denunció que los nuevos crímenes en su país tienen como objetivo socavar las libertades de prensa y expresión y que seguramente como los anteriores quedarán en la más absoluta y vergonzosa impunidad.

Honremos en estas jornadas a jóvenes como José Couso y Brad Will con la profundidad en los análisis, las denuncias claras y contundentes y los propósitos de llevarlas a todos los confines de este convulso planeta en el que vivimos para así llamar la atención sobre quienes son los verdaderos responsables de las muertes que enlutan a la familia del periodismo mundial.

Muchas gracias

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Miércoles 08 de Noviembre de 2006

Comenzó el V Encuentro Internacional de Corresponsales de Guerra
Sentido homenaje a los periodistas caídos durante el cumplimiento de su labor profesional, en particular al último de ellos, el camarógrafo estadounidense Brad Will, de Indymedia, muerto en Oaxaca

Con un sentido homenaje a los periodistas caídos durante el cumplimiento de su labor profesional dio inicio el V Encuentro Internacional de Corresponsales de Guerra, convocado por la UPEC, que sesionará del 8 al 10 de noviembre en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana

La sesión inaugural, en la cual se hizo énfasis en recordar el principio que ha guiado estos encuentros de“quienes reportan las guerras a riesgo de sus vidas, trabajan por la paz”, estuvo presidida por Orlando Fundora, presidente del Consejo Mundial de la Paz, José Dos Santos, vicepresidente primero de la UPEC, otros vicepresidentes de esta organización, Enrique Villuendas, funcionario del Departamento Ideológico del Partido, y Gabriel Molina, presidente del Club de Corresponsales de Guerra y Premio Nacional de Periodismo José Martí.

Las palabras iniciales fueron dichas por José Dos Santos, en nombre de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) y de la organización de los periodistas cubanos, quien destacó que ellas iban “destinadas a rendir homenaje a una nueva víctima en el campo del periodismo, el camarógrafo estadounidense Brad Will, de la organización independiente de medios Indymedia”, muerto a balazos hace unos días en Oaxaca, México.

Gabriel Molina, del comité organizador, hizo un breve recorrido por los cuatro encuentros anteriores (1998, 2000, 2002 y 2004) significando que “no es un encuentro mundial, como lo llamamos, pero sí es internacional” pues a cada una de las convocatorias asisten destacados periodistas de otros países que han tenido misiones como corresponsales de guerra. Molina denunció la política de guerra de la actual administración norteamericana, bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo, y el Plan Bush contra Cuba, que contiene un anexo cuyo contenido es secreto.

Posteriormente, se constituyó el primer panel que integraron Roberto Montoya, de la sección internacional del periódico El Mundo, de España; Rosa Miriam Elizalde, columnista del periódico Juventud Rebelde y editora del sitio web Cubadebate, de Cuba, y Miguel González Alonso, presidente del Frente de Periodistas de Chiapas, de México.

Montoya desarrolló una interesante conferencia titulada “La guerra mediática, fuerza esencial de la política imperialista”, en la cual hizo un recorrido histórico de cómo Estados Unidos ha utilizado la mentira para justificar sus invasiones, agresiones y guerras en el mundo. Recordó que la guerra mediática contra Cuba no nació con el triunfo de la Revolución Cubana hace 47 años, sino en 1898 cuando la primera intervención militar norteamericana en la Isla.

También el periodista, nacido en Argentina pero que vive en España desde principios de la década de 1960, desmontó el lenguaje mentiroso y manipulador usado por los gobernantes de Estados Unidos para intoxicar al mundo con relación a sus aventuras militares.

“El ejército de Rumsfeld en la Internet”. Así tituló la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde su ponencia ante el V Encuentro de Corresponsales de Guerra, la cual se centró en el anuncio estratégico del Pentágono de organizar un ejército que se desplace por la Red de Redes para atacar a todo el que tenga una computadora enganchada en la Internet.

Hizo referencia a la información aparecida en publicaciones del Pentágono, empezando por su página web, donde han firmado el acta de defunción no sólo de las fronteras nacionales, sino de la privacidad y de la seguridad de quienes navegan por el ciberespacio. “Tratan a Internet como un campo de guerra”, afirmó Rosa Miriam Elizalde.

La periodista cubana llamó a continuar peleando para estar adentro de Internet y, en consecuencia, a aprender cada vez más el manejo de las herramientas digitales.

Otro ponente fue el mexicano Miguel González, quien comenzó su ponencia pidiendo disculpas al pueblo cubano por la política absurda y errática del presidente Fox con relación a Cuba, y posteriormente habló sobre lo que ha significado Internet para que el mundo pueda conocer hechos y realidades de México, en particular mencionó lo ocurrido en los últimos años en Chiapas.

domingo, noviembre 05, 2006

Oaxaca ... ¡A plena luz!



Oaxaca ... ¡A plena luz!
Por: Celia Hart
(Fecha publicación:30/10/2006)

Nada, absolutamente nada; ni las elecciones en Brasil o Nicaragua, o cualquier peripecia de la izquierda, guarda para los revolucionarios compromiso como al que nos está convocando la Comuna de Oaxaca y lo que puede significar la APPO como símbolo.

Se desliza la redención de América en esa ciudad del sur de México, no con un voto sino con un pueblo votando.

Si no estamos con Oaxaca en estos instantes, sea cual sea nuestras posiciones políticas, poco podríamos hacer ya para remontar nuestras aspiraciones.

México se reconoce a sí mismo en esta insurrección desarmada, cuando los que se dicen democráticos apelan a la violencia y asesinan a mansalva.

Bien valdría que el ejército zapatista engrase sus fusiles de aquel Primero de Enero de 1994, o que Lopez Obrador dicte sus tesis desde el Zócalo de esa ciudad.

No lo sé desde aquí ,pero lo que veo es que el pueblo está siendo su propio líder.

Si la izquierda organizada y la intelectualidad progresista de México y el mundo no se lanza por Oaxaca, no escribe desde allí, no resiste desde allí , bien poco podremos decir después.

Si permitimos que nos rindan por la fuerza a la APPO, si seguimos observando lo que sucede sin poder hacer nada, no merecemos que se nos tome en cuenta.

Además en los medios alternativos tenemos ya un mártir. Los que desplegamos nuestras letras en estos medios deberíamos hacer algo....

Por lo menos nombrar el 27 de octubre el “Día de los medios alternativos” en nombre del asesinato de nuestro colega Brad Will ...Tal vez llenar el Zócalo de Oaxaca con nuestros teclados.

Aunque a mi teclado lo ando odiando en este momento por la impotencia de no poderlo convertir en una venturosa piedra.

Por mil deberíamos saber multiplicar las manos y la voluntad del periodista de Indymedia asesinado.

Por mil deberíamos multiplicar la voz de Radio Universidad que pretenden silenciar con tiros.

Como revolucionaria cubana; en la desesperación insomne de no poder compartir los gases lacrimógenos con los compañeros de Oaxaca, sabiendo el tributo que están haciendo a la revolución de América, les envío mi solidaridad.

Sé que es inoperante, sé que un teclado sólo no hace nada , mas siento latir en estas teclas a los mejores cubanos.

Martí dijo una vez: “La verdad se revela mejor a los pobres y a los que padecen ¡Un pedazo de pan y un vaso de agua no engañan nunca!Eso es lo que está pasando en Oaxaca , que por más disgregaciones que hagamos, siguen siendo los verdaderos eruditos...un pedazo de pan y un vaso de agua.

Y quiero convocar al Che por mis hermanos de Oaxaca, en su Discurso de Argel, donde más o menos dice que los revolucionarios que estamos en el poder debemos tomar partido por los que luchan.

De nada nos serviría los intentos de unidad en Latinoamérica si no nos pronunciamos en contra del asesinato que en estos instantes se realiza en Oaxaca.

Los gobiernos de Cuba , Venezuela y Bolivia deben y pueden pronunciarse limpia y claramente contra el gobierno asesino de Fox y contra el príista corrupto Ulises Ruiz.

Me siento integrante activa de la revolución cubana. Por eso, en nombre de ella: en nombre de José Martí , de Julio Antonio Mella que dio su vida en México y por México y del Che Guevara que arribó en México a su internacionalismo y vino a Cuba para liberarla, les envió mi compromiso, en nombre de mi Comandante Fidel ...aunque él no lo haya podido decir por estar enfermo.

Ellos están de alguna manera sembrados en mis dedos, que más que teclear quisieran empuñar un fusil.

La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) me tiene a sus pies... y me hace sentir pertinente este infinito amor por el verdadero México.
¡Todos juntos por Oaxaca!
¡No a otro tenebroso 27 de Octubre!
¡Qué viva nuestro compañero Brad Will y los demás mártires de Oaxaca!

Celia Hart... desde Cuba.

sábado, noviembre 04, 2006

Manifiesto de Solidaridad con Oaxaca


Manifiesto de solidaridad con Oaxaca
Decenas de organizaciones mexicanas firman un manifiesto de apoyo al pueblo oaxaqueño

A TODAS LAS REDES INTERNACIONALES,
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, SOCIALES, GREMIALES, INDÍGENAS, DERECHOS HUMANOS Y DE LA SOCIEDAD CIVIL
A TODOS LOS PUEBLOS DEL MUNDO

Las organizaciones abajo firmante hacemos un llamado URGENTE A LA solidaridad con el pueblo de Oaxaca.

El 29 de octubre del 2006, por decisión de Vicente Fox Quesada, presidente de México de común acuerdo con su sucesor, Felipe Calderón y el Gobernador del Estado, Ulises Ruiz Ortiz se implementó un operativo policiaco – militar para tomar la Ciudad de Oaxaca. Con un contingente de alrededor de 4,000 agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP), actuando como ejército de ocupación, entró a la ciudad de Oaxaca con helicopteros, tanquetas y desalojó violentamente a las barricadas y plantones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.

Hasta el momento los saldos del operativo son: La muerte de dos personas por los proyectiles de gas lacrimógeno disparados por la PFP. Según datos de un informe de la Red Oaxaqueña de Derechos humanos se encuentran 32 personas desaparecidas en diferentes retenes policiacos, se han detenido desde la fecha del operativo hasta hoy a 41 personas, sin órdenes de aprehensión. Según esta información algunos detenidos son trasladados a la 28ª zona militar así como a casas de seguridad y se realizan cateos en casas habitación del centro de la ciudad sin órdenes judicialeso de aprehensión.

Personas identificadas por los medios de comunicación como funcionarios públicos, con apoyo de paramilitares al servicio del gobernador asesinaron a varias personas, entre ellas al reportero norteamericano Bradley Will.

Hasta el momento el transporte público terrestre hacia la ciudad se encuentra suspendido y toda entrada a la ciudad es con estricto control de retenes de la Policía Federal Preventiva.

El fondo del asunto es la luchaque sostienen desde hace más de cinco meses los oaxaqueños, agrupados en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) por la salida de un gobernante opresor y homicida. La alianza de los partidos de la derecha en el Senado de la República (el PRI y el PAN) impidió que se obligara por medios institucionales la renuncia de Sr. Ulises Ruiz Ortíz a través de la desaparición de poderes.

Se teme que el operativo de fuerza escale en acciones represivas como la aprehensión de los dirigentes de la APPO y extender la presencia policíaco militar a otras zonas del estado de Oaxaca.

Por lo anterior solicitamos apoyar las acciones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca a través de:

1. Las protestas y la presión sobre las embajadas y oficinas consulares de México en sus respectivos países.

2. Realizar comunicaciones a la presidencia de la República Mexicana y a los medios de comunicación de mayor circulación, tanto en México como en sus propios lugares de origen solicitando:

a. La salida inmediata del Sr. ULISES RUIZ ORTIZ de la gubernatura del estado de Oaxaca, cuyo autoritarismo ha sido el origen del conflicto y su permanencia es un obstáculo para la salida política al conflicto.

b. El retiro inmediato de la Policía Federal Preventiva de la ciudad de Oaxaca

c. El cese de la represión, la presentación con vida de todos los desaparecidos, el cese de las detenciones y cateos ilegales. El respetoirrestricto a los derechos humanos e integridad de todos y en especial de los integrantes de la APPO.

d. Exigimos castigo a los autores intelectuales y materiales de los asesinatospor medio de grupos paramilitares y parapoliciales del Estado.

Responsabilizamos al Gobierno Federaly al estatal de la política represiva y contra la población y organizaciones de Oaxaca. Nos unimos a las voces que exigen una salida política y pacífica al conflicto.

Mandar comunicaciones a: Presidente Vicente Fox Quesada, Fax: +52 (55) 5516 9537 / 5573 2126, E-mail : radio@presidencia.gob.mx. webadmon@appresidencia.gob.mx Licenciado Carlos Abascal Carranza,Secretario de Gobernación,Fax: +52 (55) 5093 3414. cabascal@segob.gob.mx
Medios de comunicación:

http. www. La jornada.unam,mx

http. www. El universal. com.mx

http. www. Milenio.com/mexico

AGRADECEMOS SU SOLIDARIDAD Y SU APOYO, LA CAUSA DE OAXACA ES LA DE TODOS LOS PUEBLOS DEL MUNDO.

Gilberto López y Rivas - Paz con Democracia. Alicia Castellanos - Paz con Democracia. Ana Esther Ceceña - Paz con Democracia. Paulina Fernández Chrisilieb - Paz con Democracia. Ricardo Loewe - Colectivo Contra la Tortura Integral. Laura Becerra Pozos - Equipo Pueblo. Erendira Cruz Villegas - Incide Social. José Guadalupe Sánchez Suárez - Observatorio Eclesial. Jaime Laines Potisek - Centro Antonio Montesinos. Brisa Maya Solís - Centro Nacional de Comunicación Social. María Luisa Montalvo - Comisión Intercongregacional de Justicia, Paz y Vida. María Guerra Tejada – UNAM. Olinca Marino - La Neta. María Luisa Moncayo - Grupo Lago Mayor. Álvaro Salgado Ramírez - Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas. Ma. de Jesus Luis Juan de la Cruz - Centro Antonio Montesinos. Alejandro y Fransisco Cerezo del Comité Cerezo. Leiticia Rentería - Comisión Intercongregacional de Justicia Paz y Vida. Lorena Peralta r. Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria

Sylvia Aguilera García - Centro de Colaboración Cívica. Mara Hernández - Centro de Colaboración Cívica. Julián Portilla - Centro de Colaboración Cívica. María Atilano Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio, Centro de Promoción y educación profesional "Vasco de Quiroga". Acela Vázquez Martínez - Alianza Cívica. Norma Moreno González - Centro de Estudios Ecuménicos. Héctor de la Cueva - Centro de investigación Laboral y Asesoría Sindical. Dionisio B Córdova - Centro de Servicios Municipales Heriberto Jara. Socorro Martínez - Comunidades Eclesiales de Base

Higinio Muñoz - Comité Estudiantil Metropolitano. Rocío Eslava - Red Mexicana de Constructores de Paz D.F. María Elena González Camacho - Unión Popular Popular Revolucionaria Emiliano Zapata. María Guadalupe Blanco Méndez y Melquiades Rosas - Radio Nandia. Edgar Cortés - Red de Derechos Humanos "Todos los Derechos para Todos". David Sánchez Silva - Red Solidaria Década contra la impunidad. Laura Salas - Asociación Mundial de Radios Comunitarias – México. Martín Velázquez - Asamblea Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos. Fabían Sánchez - Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos. Ana Luisa Nerio - Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria. Clemencia Correa y Eduardo Correa. Camilo Pérez Bustillo del Programa de Derechos Humanos, Academia del posgrado de Ciencias Sociales, Programa de Autogestión Cooperativa, Coordinación de los proyectos de enlace comunitario todos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Ivan Gómez Cesar. Manuel Aguilar Mora. Raul Villegas Dávalos. Tzitzi Santillán Hernández. Álvaro Urrieta. Antonio García S. Ana Colchero. General Francisco Gallardo. Enrique González Ruiz. Claudio Albertani.

Enjambre de bicicletas


Marcha “Brad Will” para Oaxaca, México
jueves, 02 de noviembre de 2006

Por Joan Moossy y Paul DeRienzo

NUEVA YORK, EE.UU., 1 de noviembre.- A la una de la tarde del miércoles 1 de Noviembre los amigos de Brad Will se reunieron en un atracadero del Río Hudson, en la ciudad de Nueva York, para tomar parte en la “Marcha ‘Brad Will’ para Oaxaca, México”. Esta fue una protesta en movilización, en solidaridad con el Pueblo de Oaxaca y en respuesta al llamado zapatista para la acción pacífica en este mes de noviembre.
También es parte de un esfuerzo sostenido para mantener vivos el nombre y el trabajo de Brad Will.
Los primeros que llegaron descargaron pancartas, materiales diversos, pájaros blancos de tela que inmediatamente empezaron a aletear por el viento e imágenes que mostraban a Brad Will con su cámara, Brad Will sentado en posición de Loto, y una hasta de Brad Will en una bicicleta blanca.
Aquí hay una en que Brad es una hermosa silueta pintada en tonos terrosos con la gente de Oaxaca representada en su cuerpo y ‘slogans’ escritos en sus brazos y piernas: “Primero la tierra”, “Enfréntate al conflicto” y “Manos fuera de Oaxaca”. Su mano izquierda está en el manubrio y con la derecha sostiene una cámara de video. Brad Will, presente.

La gente continuó llegando en sus bicicletas durante una media hora hasta que ya había cerca de 100 personas en el muelle. Todos estaban pegando las siluetas y las pancartas a sus bicicletas. Un grupo tenía un sistema de sonido móvil en un gran triciclo y encendieron un pequeño generador para ponerlo a funcionar. Había otro triciclo y también un joven en patines, pero todos los demás manejaban bicicleta. Gracias a un poco de persuasión todas las pancartas e imágenes estaban adheridas a las espaldas de los ciclistas o en las mismas bicicletas cuando la marcha ya estaba lista para ponerse en movimiento.
Unos cuantos vehículos de la Policía estaban estacionados cerca, pero no había uniformados en el muelle hasta un poco antes de que empezáramos la manifestación. La marcha se enfiló a Manhattan al través del congestionado tráfico del distrito comercial en Nueva York.
Los ciclistas hicieron varias paradas en su ruta de varios kilómetros, entre ellas el Consulado mexicano y la Plaza de las Naciones Unidas.
En el Consulado mexicano quedaban restos de la protesta del lunes: un montón de barricadas rotas en la calle. La reja frontal había sido vuelto a encadenar (se le había zafado de sus bisagras y se le había serrado las barras para liberar a Tim Keating, director ejecutivo de “Rainforest Relief” que se había encadenado al cuello de esa misma reja en la protesta del lunes). La reja estaba cerrada con candado y tenía una barra de metal. Había una barricada metálica frente a la otra puerta también, y mientras yo esperaba que llegaran bicicletas vi a varias personas ir de una a otra puerta tratando de ver cómo entrar.
Las bicicletas se detuvieron frente al Consulado mexicano y los ciclistas entonaron: “¡Oaxaca, libre!”, “¡Asesino!”, mientras apuntaban al Consulado. Leyeron los nombres de víctimas mortales en Oaxaca y terminaron con el del camarada Brad Will, después de cada nombre la multitud gritó “¡Presente!”, desplegaron la ya familiar pancarta con la fotografía de Brad con un niño y lanzaron un “grito primigenio”. La policía pasó entre los manifestantes y el Consulado y se colocaron en motocicletas detrás de ellos, pero la marcha estaba lista para continuar y nadie parecía interesado en una confrontación con la policía.
En la Plaza de las Naciones Unidas, los ciclistas se bajaron de sus vehículos y los levantaron en alto. La pancarta estaba desplegada otra vez y la silueta de Brad se movía entre las bicicletas en alto. Hubo más cantos, otro pase de lista, más gritos de apoyo y cierta agitación entre los policías y los ciclistas, pero éstos nunca bloquearon el tráfico, y después de un poco de negociación, bajaron sus bicicletas y se fueron de la Plaza.
Unos cuantos explicaron la situación en Oaxaca y la muerte de Brad Will. Los transeúntes se empezaron a reunir y los manifestantes les explicaron en que consistía esta protesta móvil y detallaron sus peticiones.
Todo el día estuvieron repartiendo volantes con estas mismas demandas. Explicaron que las razones de la marcha son:
“1.- Exponer la distorsión que los medios de comunicación comerciales hacen sobre la situación actual en Oaxaca.
2.- Hacer conciencia de las fuerzas capitalistas en nuestra ciudad que se benefician de la represión continua de los movimientos del Pueblo.
3.- Destacar la hipocresía del Gobierno mexicano que así pretende tener un asiento en el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas”.
Los ciclistas se dirigieron al Sur por la segunda avenida, con una escolta policiaca que incluía una fila de motociclistas, otra de Vans con luces parpadeantes y hasta un camión, dado el caso que necesitaban transportar arrestados.
Las patrullas estaban atoradas en el tráfico de la segunda avenida cuando las bicicletas ya estaban lejísimos. No hubo arrestos y la tarde terminó en la Plaza del parque Tompkins, hogar simbólico de Brad Will y de todos los activistas del Lower East Side.

jueves, noviembre 02, 2006

Comunicado de Indymedia sobre el asesinato de Brad Will

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COMUNICADO DEL MEDIO PARA EL QUE TRABAJABA
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El centro de medios independientes de la ciudad de Nueva York responde a la muerte de Brad Will
Indymedia Nueva York

29 de Octubre de 2006
Ciudad de Nueva York

Brad Will fue muerto el día 27 de Octubre del 2006, en Oaxaca, México, cuando trabajaba como periodista para la red global Indymedia. Fue baleado en el torso cuando documentaba un ataque paramilitar armado a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, una fusión de profesores huelguistas y otras organizaciones comunitarias exigiendo democracia en México.

Los miembros del Centro de Medios Independientes de la ciudad de Nueva York lamentan la pérdida de este amigo y colega inspirador. Queremos agradecer a todos los que enviaron condolencias a nuestro escritorio y postearon memorias en www.nyc.indymedia.org. Compartimos nuestro dolor con el pueblo donde él vivió, trabajó y luchó durante el curso de su dinámica pero, sin embargo, corta vida. Nosotros podemos solamente imaginar el dolor del pueblo de Oaxaca que perdió siete de sus vecinos en esta lucha, incluyendo al profesor Emilio Alonso Fabian, y que ahora trata con una invasión de las tropas federales.

Todo lo que queremos en compensación por esta muerte es la única cosa que Brad siempre deseó ver en el mundo: JUSTICIA.

Nosotros, junto con todos los amigos de Brad, rechazamos el uso de la violencia que vendrá apoyada por el Estado en Oaxaca.
El Centro De Medios Independientes de la Ciudad de Nueva York apoya la orden de Reportes Sin Fronteras para una investigación completa por parte de las autoridades mexicanas respecto del uso de la policía municipal y civil como una fuerza política paramilitar por parte del Gobernador del Estado de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz. La prisión de los asaltantes no es suficiente.
El CMI NYC también apoya el llamado del Subcomandante Insurgente Zapatista Marcos a que "los compañeros y compañeras en otros paises se unan y exijan justicia por ese compañero muerto". Marcos envió este pedido "especialmente para los medios alternativos, y medios libres en México y en todo el mundo".
El Indymedia fue llevado a la visión Zapatista de una red global de comunicación alternativa contra el neoliberalismo y por la humanidad . Creer en Indymedia es creer que el periodismo está al servicio de la justicia o es una causa de injusticia. Nosotros hablamos y escuchamos, resistimos y luchamos. En este espíritu, Brad Will fue al mismo tiempo un periodista y activista de los derechos humanos.

Brad era una parte de este movimiento de periodistas independientes que concurren donde los medios coorporativos no van o se quedan un largo tiempo después que ellas abandonan sus posiciones. Tal vez la muerte de Brad hubiera sido prevista si las corporaciones mediáticas mexicanas, internacionales y americanas hubiesen contado la historia real del pueblo de Oaxaca. Entonces aquellos de nosotros que viven confortablemente no estaríamos solamente oyendo hablar de esta huelga de 5 meses, o sobre esa lucha de 500 años.

Y tal vez Brad no sintiese necesidad de encarar a esos asesinos en Oaxaca solamente sosteniendo un ineficiente pasaporte americano y una tarjeta de prensa extranjera. Tal vez Brad no habría entrado a la lista cada vez mayor de periodistas muertos en trabajo, o una lista aún más abultada de aquellos muertos en los últimos años por tropas defendiendo el poder injusto y atrincherado en América Latina.

Mas, aquellos de nosotros que conocimos a Brad, sabemos que su trabajo nunca será finalizado. A los jardines comunitarios de Lower East Side y los campamentos del Movimiento Sin Tierra en Brasil él habría continuado viajando. Donde el pueblo que hace de este mundo un lugar bonito resiste a aquellos que causan muerte y destrucción. Ahora, en su memoria, viajamos todos por esos caminos. Nosotros somos una red, todos nosotros hablamos y escuchamos, todos nosotros resistimos.

Centro de Medios Independiente de la Ciudad de Nueva York
www.nyc.indymedia.org
4 W. 43rd St., Suite 311
New York, N.Y. 10036
USA / EEUU
212-221-0521



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Versión en ingles (original):





Brad Will was killed on October 27, 2006, in Oaxaca, Mexico, while working as a journalist for the global Indymedia network. He was shot in the torso while documenting an armed, paramilitary assault on the Popular Assembly of the People of Oaxaca, a fusion of striking local teachers and other community organizations demanding democracy in Mexico.

The members of the New York City Independent Media Center mourn the loss of this inspiring colleague and friend. We want to thank everyone who has sent condolences to our office and posted remembrances to www.nyc.indymedia.org. We share our grief with the people of our city and beyond who lived, worked, and struggled with Brad over the course of his dynamic but short life. We can only imagine the pain of the people of Oaxaca who have lost seven of their neighbors to this fight, including Emilio Alonso Fabian, a teacher, and who now face an invasion by federal troops.

All we want in compensation for his death is the only thing Brad ever wanted to see in this world: justice.

We, along with all of Brad's friends, reject the use of further state-sponsored violence in Oaxaca.
The New York City Independent Media Center supports the demand of Reporters Without Borders for a full and complete investigation by Mexican authorities into Oaxaca State Governor Ulises Ruiz Ortiz's continued use of plain-clothed municipal police as a political paramilitary force. The arrest of his assailants is not enough.
The NYC IMC also supports the call of Zapatista Subcomandante Insurgente Marcos "to compañeros and compañeras in other countries to unite and to demand justice for this dead compañero." Marcos issued this call "especially to all of the alternative media, and free media here in Mexico and in all the world."
Indymedia was born from the Zapatista vision of a global network of alternative communication against neoliberalism and for humanity. To believe in Indymedia is to believe that journalism is either in the service of justice or it is a cause of injustice. We speak and listen, resist and struggle. In that spirit, Brad Will was both a journalist and a human rights activist.

He was a part of this movement of independent journalists who go where the corporate media do not or stay long after they are gone. Perhaps Brad's death would have been prevented if Mexican, international, and US media corporations had told the story of the Oaxacan people. Then those of us who live in comfort would not only be learning now about this 5 month old strike, or about this 500 year old struggle. And then Brad might not have felt the need to face down those assassins in Oaxaca holding merely the ineffective shields of his US passport and prensa extranjera badge. Then Brad would not have joined the fast-growing list of journalists killed in action, or the much longer list of those killed in recent years by troops defending entrenched, unjust power in Latin America.

Still, those of us who knew Brad know that his work would never have been completed. From the community gardens of the Lower East Side to the Movimento Sem Terra encampments of Brazil, he would have continued to travel to where the people who make this world a beautiful place are resisting those who would cause it further death and destruction. Now, in his memory, we will all travel those roads. We are the network, all of us who speak and listen, all of us who resist.

The New York City Independent Media Center
www.nyc.indymedia.org
4 W. 43rd St., Suite 311
New York, N.Y. 10036
USA / EEUU
212-221-0521

Manifiesto de Solidaridad y Protesta

Manifesto de solidariedade e protesto
quinta-feira 2 de novembro de 2006
Arundhati Roy, Michael Moore, Tariq Ali,Antonio Negri, Naomi Klein, Howard Zinn, Eduardo Galeano, Alice Walker, Noam Chomsky, John Berger, Mike Davis, John Pilger e muitas outras vozes por Oaxaca

Estamos extremadamente alaramados al ver que, en vez de tomar medidas severas contra los violentos paramilitares que lanzaron constantes ataques contra el pueblo de Oaxaca, el presidente Vicente Fox usa estos asesinatos como pretexto para escalar la violencia contra la organización de base del pueblo.
Como compañeros de comunicación y artistas, honramos la memoria del periodista independiente, documentalista y respetado activista Brad Will, que fue brutalmente asesinado mientras filmaba el movimiento popular de Oaxaca. Junto con Brad, en esta última semana murieron por lo menos otras seis personas a manos del ilegítimo gobierno de Ulises Ruiz y las fuerzas federales que ahora ocupan Oaxaca, entre ellas, EMILIO ALONSO FABIAN (Profesor), JOSE ALBERTO LOPEZ BERNAL (Enfermero) FIDEL SANCHEZ GARCIA y ESTEBAN ZURITA LOPEZ.
Finalmente, en solidaridad con la población de Oaxaca sumemos nuestras voces a estas demandas:

Estamos extremamente alarmados em ver que, em vez de tomar severas medidas contra os violentos paramilitares que lançaram constantes ataques contra o povo de Oaxaca, o presidente Vicente Fox usa os assassinatos como pretexto para escalar a violencia contra a organização de base do povo.

Como companheiros de comunicação e artistas, honramos a memória do jornalista independente, documentarista e respeitado ativista Brad Will, que foi brutalmente assassinado enquanto filmava o movimento popular de Oaxaca. Junto com Brad, nesta última semana morreram pelo menos outras seis pessoas nas mão do ilegítimo governo de Ulises Ruiz e as forças federais que agora ocuam Oaxaca, entre elas, Emilio Alonso Fabián (professor), José Alberto López Bernal (enfermeiro), Fidel Sánchez García e Esteban Zurita López.

Finalmente, em solidariedade com a população de Oaxaca somamos nossas vozes a estas demandas:

1. Ulises Ruiz fora de Oaxaca!

2. Retirada imediata das forças federais de ocuação de Oaxaca!

3. Liberdade imediata e incondicional a todos/as os/as detidos/as!

4. Justiça para todos companheiros assassinados e castigo para todos os culpados, em todos os níveis!

5. Justiça, liberdade e democracia para Oaxaca!

Noam Chomsky,
John Berger,
Arundhati Roy,
Antonio Negri,
Naomi Klein,
Howard Zinn,
Eduardo Galeano,
Alice Walker,
Michael Moore,
Tariq Ali,
Mike Davis,
John Pilger,
Michael Hardt,
Alessandra Moctezuma,
Anthony Arnove,
Bernadine Dohrn,
Camilo Mejía,
Roxanne Dunbar Ortiz,
Daniel Berger,
Danny Glover,
David Graeber,
Eve Ensler,
Francis Fox Piven,
Gloria Steinem,
Gustavo Esteva,
Jeremy Scahill,
Mira Nair,
Oscar Olivera,
Roisin Davis,
Starhawk,
Wallace Shawn.

miércoles, noviembre 01, 2006





El Asesinato de Brad Will y el Búho Blanco de Oaxaca

Un Reporte dede Oaxaca por el Periodista Británico a Quien el Radio Declaró Muerto por una Hora Después de que Brad Fue Baleado

Por John Dickie
Especial para The Narco News Bulletin
30 de octubre de 2006

Durante el transcurso de nuestras vidas, surgen momentos trascendentales que nos obligan a pararnos y a escuchar el aviso. Todos tenemos nuestros momentos. Y todos reaccionamos de manera diferente.

Es difícil encontrar la forma de empezar a narrar uno de esos momentos. Quizás sea tarea de cada persona relatar esa trascendencia lo más fielmente posible, y de cada lector absorberlo como algo propio.

En este caso, lo único que puedo hacer es empezar diciendo que ayer, durante unos cien minutos, yo estuve muerto…

* * *


D.R. 2001 Fly
En algún momento entre las cinco y las cinco y media de la tarde, ayer, viernes, 27 de octubre, a plena luz del día, una Lechuza circundó sobre nuestra casa. Mi amigo Jonathan la vio desde el balcón. Yo nunca la vi. Totalmente quieta, dijo, a 20 metros sobre su cabeza, había estado mirándolo fijamente por varios minutos. En el transcurso del segundo que le tomó para entrar en la casa y decirme que saliera a verla, la Lechuza había desaparecido. Jonathan se quedó sorprendidísimo. Sintió que yo no tenía que haberla visto.

Mientras considerábamos el significado de lo sucedido, sonó mi celular. Era mi amigo Diablo, el reportero de policíaca. En otras palabras – me di cuenta más adelante – el Diablo me llamaba para recordarme mi destino. Inmediatamente me preguntó si estaba bien. Habían disparado a un periodista extranjero en el centro de la ciudad. Dijo que creía que su nombre era Andrés. Yo no conocía a nadie con ese nombre. “Llama a Víctor,” dijo Diablo, “él está en el lugar de los hechos.”

Llamé a Víctor. La línea era muy mala. Me dijo que el nombre era Bradley. Bradley Roland Will. Una bala en el pecho. Muerto de camino al hospital. Trabajaba para Indymedia. Solamente Jonathan, que estaba a mi lado, podría describir mi expresión cuando recibí las noticias. Bradley. Era Bradley. ¡Brad! Brad, al que conocí la semana antes cuando coincidimos en la aprehensión por parte de la APPO de un grupo de jóvenes borrachos que habían asaltado a una pareja. Ambos habíamos estado filmando. Era la primera vez que conocía a un periodista extranjero desde que comencé a grabar la sublevación en Oaxaca. Claro que hablamos, intercambiamos detalles, compartimos algunas bromas, acordamos intercambiar imágenes de video, y lo conecté con algunas personas con las que podría grabar. Un tipo realmente agradable. Una persona real, agradable y honesta que hacía lo mejor que podía para registrar los acontecimientos de esta jodida situación con la esperanza de obtener algunas migas de atención de los consumidores de noticias del mundo.

Brad, me llamaste la mañana del viernes 27 de octubre, tu último día en la tierra, para preguntar dónde podrías alquilar una moto. Ahora ya no estás. Eres la primera muerte extranjera desde que la región se hundió en este infierno vivo. La decimotercera muerte en total. Y, tristemente, quizás la más importante de todas.

Naturalmente, mi primer pensamiento fue “podría haber sido yo”. Y, por un rato, era yo.

Le dije a Víctor que me esperara en la oficina, agarré una pequeña cámara digital, monté en la moto y me dirigí directamente hacia allá. Mientras el sol se ponía, el mundo se volvió oscuro.

Decidí desviarme a la escena del incidente, pero era muy difícil pasar. Las barricadas habían sido reforzadas. Las camionetas descargaron toneladas de tierra para bloquear las calles en los puntos estratégicos. Hablé con la gente de APPO (En lenguaje noticiero: “manifestantes izquierdistas”; para la Procuradora del Estado: “terroristas de guerrilla urbana”), la misma gente que había intentado mantener a Brad vivo después de que le dispararan, cargándolo en la parte trasera de un Volkswagen para llevarlo a un hospital privado (murió en el camino), la misma gente que instaló las barricadas para protegerse, a ellos y a los vecinos, de criminales y sicarios paramilitares quienes en semanas recientes han recomenzado su campaña de tiroteos nocturnos.


D.R. 2006 Latuff
Lo que no dirán en la mayoría de los medios occidentales, es que los tres sicarios que atacaron la barricada donde estaban Brad y otros periodistas, se han identificado como policías locales. Se saben sus nombres. Manejaban rifles AR-15 y varias pistolas y dispararon indistintamente en la muchedumbre. Brad probablemente no era un blanco (aunque la radio estatal, Radio Ciudadanía (99.1 FM) – la radio pirata del gobierno con localización desconocida – anuncia que “Brad era un terrorista armado, y las cosas no son como parecen” y que “Indymedia es una rama del APPO, operado por Radio Universidad”), pero tuvo mala suerte: disparado en pleno pecho, justo en el plexo solar, por una bala de acero de 9 milímetros que se desplazaba aproximadamente a 1000 metros por segundo.

Lo que probablemente tampoco se oiga es que la gente de APPO no lleva armas de fuego. Sus únicas armas son rocas, palos, cócteles molotov, y el ocasional mortero casero de fuegos artificiales. Hasta donde llego a saber, en 5 meses de protestas, no han disparado un solo tiro de un arma de fuego. Otros infiltrados encapuchados entre ellos, sí se han visto con armas – delincuentes y criminales hambrientos por luchar el gobierno quizás – pero el APPO y el Magisterio siempre se han deslindado de la violencia. Llamámoslo extrema autodefensa entonces. Porque todas las muertes han sido del lado de los ‘manifestantes’, ya sean miembros del APPO o profesores. (De hecho, el APPO probablemente tiene un arsenal de armas de fuego, pero ha tomado una decisión política valiente de no utilizarlos).

Diciendo algunos nombres, el APPO me deja pasar las barricadas y llego a la vecindad de El Bajío, donde el Víctor me esperaba. Conozco a mucha gente en el barrio. Un grupo de periodistas locales tiene una sórdida oficina aquí, en un bloque de cemento que apesta a orina. Un periódico policiaco, Noti Roja, dirigida por el Chiricuto, el padrino de las notas rojas, tiene su base en la planta de arriba. Y en la puerta siguiente, Diablo tiene un cuarto vacío con un colchón donde paso a veces la noche. Vengo a menudo a visitarlos, a conseguir información, a ver nuevos videos y fotos, a tomar una cerveza. Chiricuto, Víctor, Bermúdez, Teo, Zurco, Diablo, Chávez: los conozco a todos desde hace mas de tres años. Además, yo soy “el tipo alto y rubio con colita”, así es que me conoce la vecindad entera, incluso si nunca he hablado con algunos de ellos.

Cuando aparezco, alrededor de las 7:OO de la tarde, hay cerca de 20 personas reunidas en la calle. Algunas están llorando. Al llegar en la moto, le grito a Chiricuto. Al verme, su cara cambia. Parece enojado. “¡Yon! ¡¿Eres tú, Yon?!” Los demás voltean para verme, horrorizados. Me doy cuenta de que todos están borrachos. Parece como si hubieran visto a un fantasma. De hecho, estaban viendo uno. “¿Como?” pregunto. “¡Pinche Yon, bajate de la moto!”

Aún sigo sin entender. Mientras apago el motor y me bajo de la moto, Chiricuto se acerca lentamente. Pellizca mi brazo. “¡Yon!” exclama, rodeándome con sus brazos. Teo grita, totalmente ebrio: “¡Les dije! ¡Les dije! ¡Yon, sólo yo no lo creía!” Chiricuto: ¡”Yon, estabas muerto! Todos pensábamos que estabas muerto!” Todos los que estaban en la calle se acercaban a mí, abrazándome frenéticamente. Chiricuto está abrumado “¡M’hijo! ¡M’hijo! ¡Está vivo!” Saca la cámara y comienza a tomar fotos. Todo el mundo quiere una foto con el muerto. La gente empieza a salir de sus casas. Teo: “¡Dijeron tu nombre en la radio! ¡Dijeron que te habían disparado y matado! ¡Zurco dijo que vio tu cuerpo en la parte trasera de un Volkswagen! ¡Que echabas espuma por la boca! Ha estado llorando desde entonces. ¡Tienes que ir a verlos! (refiriéndose a la gente de la barricada a tres cuadras de donde estamos, donde había estado grabando) Todos piensan que estás muerto.”

Chiricuto regresa con una garrafa de plástico con 5 litros de mezcal. “Esto es para ti, para que nos sirvas a todos. Es Mezcal para los Muertos.” Mientras comienzo a servir caballitos para todos, me dice que ha estado llorando. “Podía haber diez muertos… pero no Yon. Si Yon cae, el gobernador sigue.” El pequeño Chiricuto, hablando como un tigre revolucionario. Derramo una gota de mezcal en el piso antes de tomarme el trago, en reconocimiento de mi destino. Entre el griterío de la gente que sale a la calle, la difusión de la noticia y las poses para las fotos, Chiricuto continúa: “Estábamos a punto de ir a buscarte al anfiteatro e íbamos a velarte… todos nosotros… en la capilla del cementerio allá.” (Estábamos a un bloque de las puertas del cementerio de la ciudad; la calle se llama Caminito al Cielo)


John Dickie y amigos
Foto: D.R. 2006 John Dickie
Había llegado a mi propio velorio. Las lágrimas rodaban por mi mejilla. Para ellos, mis 100 minutos muertos habían terminado.

Celebré con ellos mi propia resurrección durante una media hora. Les conté que el hombre al que habían asesinado era amigo mío y que debía ocuparme de algunos asuntos. Tenía tantas cosas en la cabeza: contactar a Zurco, encontrar el cuerpo de Brad – puesto que imaginé que yo debería ser quien lo identificara, lo cual significaba también ir a la morgue municipal, un viaje peligroso – tenía que hablar con la embajada, tanto la de EE.UU. por Brad como la británica con respecto a mí: si mi nombre había sido citado por la radio, ¿que pasaría si la embajada hubiese hecho eco de la noticia y lo hubiera notificado a mis padres? (no quiero ni pensar en esta posibilidad…). Pero no tenía ningún números de teléfono. Lo único con lo que contaba era ese pequeño milagro llamado teléfono celular. Lo agarré y empecé a buscar en mi lista de contactos.

Decidí llamar primero a Pati: una joven maravillosa que ocupaba la barricada de la que Zurco estaba al cargo. Contestó su amiga Olga, a quien también conozco. Alucinó tan pronto como dije “Soy yo, John”. Todo lo que pudo decir fue “¿Yon? ¿Eres tú, Yon? ¿De verdad eres tú?” Lo debió repetir unas veinte veces, hasta que no pude hacer otra cosa que gritar “Olga, ¡soy yo! ¡Soy yo! Cálmate. Voy para allá”

Agarré la moto y me dirigí a la barricada, que estaba a unos 200 metros. Al irme acercando me di cuenta de que el ambiente era más siniestro que en noches anteriores. Esta vez habían juntado una docena de autobuses públicos para bloquear las diez calles que conforman esta intersección. Había fuegos por todas partes: llantas, sofás y postes de teléfono ardiendo. Todas las luces estaban apagadas. Conforme me acercaba, hice lo mismo con la luz de mi moto (una práctica habitual). Me enfocaron de repente la cara con una gran linterna, gritándome “¡No hay paso! ¡Date la vuelta!” “Soy yo, John”, respondí gritando. “¿Yon? ¿Eres tú, Yon?” Olga y Pati chillaron como dos niñas y se abalanzaron sobre mí con besos y abrazos. “¡Gracias a Dios que estás bien! ¡Mi madre no ha parado de llorar! ¡Oímos en la radio que te habían disparado y matado! Zurco nos dijo que vio tu cuerpo en un coche”. La demás gente de la barricada corrió hacia nosotros. Debía haber unas cien personas rodeándome. Me abrazaron, me dieron la mano y palmaron mi espalda con afecto. Una doña no quería soltar mi brazo. El gran Zurco se acercó y me envolvió con un fuerte abrazo. Su mujer estaba llorando. Me sentí abrumado. Sólo pude decir: “Gracias, gracias. Estoy bien, estoy bien. He estado en casa. Mataron a un amigo, no a mí. Lo conocía un poco”. Me preguntaron sobre Brad y les dije lo que sabía. Pensaron en su familia y esperaban que ahora los EE.UU. presionarían al gobierno mexicano para que resolviera la situación. “Ahora sí tiene que caer el Gobernador,” decían todos. Y hoy, sábado, en el aeropuerto de la base militar se reúnen de nuevo fuerzas federales, llegando en seis inmensos aviones de transporte de tropas. (29.10 – entraron a la ciudad y tomaron el zócalo).

Apartándome, disculpándome diciendo que tenía que ocuparme de algunas cosas acerca de Brad, saqué mi teléfono otra vez. Llamé primero a Daniela, de la Fundación Anglo-mexicana en la Ciudad de México, porque sabía que tenía buenos contactos en la embajada británica. “Diles, si oyen que estoy muerto, que no es verdad”. También me dio un teléfono de emergencias de la embajada de los EE.UU., al cual llamé después de colgar.

Contestó mi llamada un operador de la embajada. “Me llamo John Dickie, soy periodista británico en Oaxaca y llamo para decirles que acaban de disparar y matar a un periodista americano.” El tono de voz del tipo me molestó automáticamente. “¿Para quién trabaja?” preguntó. “¿Qué importa para quién trabajo? ¡Para ITN, chingados!” “¿Y con quién quiere hablar?” “¡Pues dime tu, cabrón! Con quien quiera que debería contarle que han matado a un periodista americano!”

Robert Zimmerman, responsable de la oficina de prensa de la embajada, se puso al teléfono. Se mostró mas dispuesto a ayudar. Le conté la historia. Le di el nombre completo de Brad. No habían oído nada todavía. “Ahorita en Oaxaca no hay autoridad”, le dije, “así que es posible que no oigan nada. Yo se lo estoy comunicando ahora”. No se lo acabo de creer puesto que yo no había visto el cuerpo. Cierto. Pero había hablado con testigos y ya había visto las fotos. “Voy de camino a la morgue. Llámeme en media hora”.


Amigos de Brad Will en nueva york
Foto: D.R. 2006 Paul DiRienzo and Joan Moossy
Luego llame al cónsul de EE.UU. en Oaxaca y le deje un mensaje. Después llame a otro amigo, que también conocía a Brad, para que me acompañara a la morgue. Víctor y Bermúdez, dos amigos periodistas locales, también vinieron. Abandonamos la barricada en un convoy de motocicletas. No fue una decisión inteligente habida cuenta que los paramilitares suelen ir en motocicletas, por lo que la APPO se muestra muy recelosa con los grupos que las montan. Además, teníamos que negociar nuestra entrada al centro de la ciudad. Víctor nos llevo por una vía segura. No vimos ni un solo coche.

Al llegar a la morgue, donde conozco a algunos trabajadores, fuimos a hablar con el medico forense – el Dr. Muerte, según le apodan. Nos dejó entrar a ver a Brad. (No describiré el anfiteatro). Una vez dentro, de pie, delante de la superficie fría como una piedra que tantas veces filme un año atrás para un documental, me encontré de cara con un cuerpo al que conocí en vida. La peor pesadilla de cada reportero de policíaca.

Asentí levemente con la cabeza. Era, sin duda, Bradley Roland Will. Sus ojos castaños estaban abiertos de par en par, mirando a través de mi, hacia la infinidad.

Su pecho estaba cosido, pero el orificio de la bala era evidente. No me quedé mucho tiempo ahí. El Dr. Muerte me abrazo (siniestramente) por el hombro y me acompañó hacia fuera, donde me mostró las dos puntas de bala de 9mm que saco del pecho de Brad. Me pregunté porque los guardaba en el bolsillo de su bata blanca.

Ya en la calle, me encontré con tres personas: la compañera de casa de Brad, un fotógrafo español y un adjunto de la Comisión de Derechos Humanos. Hablamos un rato. Estuvieron junto a Brad cuando ocurrió el siniestro. Una furgoneta se había abierto paso por entre una barricada y disparado contra los “protestantes”. Brad se encontraba aislado, gravando y fue alcanzado desde unos 30 metros por la bala de un rifle. (Ha salido en internet su ultima cinta, en dónde se registra el impacto). Los tiradores ya han sido identificados como policías locales por parte de fotógrafos de prensa y por imágenes de video que han sido supuestamente libradas a las “autoridades”. (No fueron suficientemente listos como para cubrirse las caras; dicho esto, en Oaxaca, cuando eres la ley, la impunidad se vuelve un deporte).

La gente de la morgue nos dijo que no podrían proceder a la identificación oficial sin el pasaporte de Brad y sin la presencia del cónsul. Decidimos que su compañera de casa se ocuparía de todo por la mañana.

Alrededor de medianoche, atravesamos de nuevo las calles nocturnas, de vuelta a la barricada. Me quede allí un par de horas mas antes de ir a la habitación extra de Diablo, a dos cuadras de la barricada. Antes de ir a dormir, mire las noticias con Chiricuto. Televisa mostraba las imágenes de los disparos y de la muerte de Brad. Resultaba espantoso verlo. Pero lo mas espantoso fue escuchar al presentador diciendo que los disparos provenían de unos vecinos cansados del conflicto que se habían vuelto en contra de la APPO. En México, el alcance de las influencias políticas no tiene limite.

Dieciséis horas después de la aparición de la Lechuza Blanca, en el balcón junto a Jonathan, recordamos un dicho local:

“Cuando la lechuza vuela, El indio muere.”

La Lechuza Blanca apareció en el mismo momento de la muerte de Brad. Sin duda, nunca mas la veríamos. Porque no había ninguna Lechuza Blanca, y ahora hay un indio menos en el mundo de los vivos.


Amigos de Brad Will en nueva york
Foto: D.R. 2006 Paul DiRienzo and Joan Moossy
Por lo que respecta a Brad y a mi, nuestros destinos se separaron. Yo me quede aquí. A el le llamaron de vuelta. En la pagina posterior hay dos imágenes que reflejan nuestras distintas sendas. Una es de felicidad. La otra de infelicidad. Hagan bajar su pantalla y si están dispuestos a abrazar tanto la luz como la oscuridad.

Parece por lo menos que la muerte de Brad puede ayudar a acabar con este conflicto, ya que después de cinco meses de apatía absoluta, el gobierno federal parece dispuesto a actuar, enviando al fin a la policía federal para que reestablezca la seguridad publica. Habrán mantenido George W. y Fox una tranquila charla? Probablemente. Y para acabar con esta cadena de acontecimientos, la familia de Brad y su familia pueden estar orgullosos. Sin embargo, queda por ver si la incursión de las fuerzas federales resolverá el problema. Mañana quizá lo sepamos. La APPO no se moverá hasta que el gobernador abandone el poder. Pero el ciudadano de a pie en Oaxaca merece al menos que se le deje vivir en un ambiente seguro, independientemente de sus lealtades. Lo que si es seguro es que la cultura del gobierno local en el sur de México necesita desembarazarse de la manzana podrida que tiene en su propia boca. Y esto sin duda va a llevar varias generaciones.

Para terminar, hay que preguntarse: “tiene siempre que morir un gringo para que el mundo actué?”

martes, octubre 31, 2006

:::Brad Will Por: Luis Hernandez Navarro


Por: Luis Hernández Navarro (México)
Foto: Francisco Olvera

El largo y delgado cuerpo yace sobre el frío asfalto de una calle en el municipio Santa Lucía del Camino, Oaxaca. En el torso desnudo un hilo de sangre muestra las heridas mortales, provocadas por dos balas calibre nueve milímetros. Asida a su muñeca se encuentra una cámara de video HD profesional. Su nombre es Bradley Will y nació en Estados Unidos. Tenía 36 años. Era periodista de la red alternativa Indymedia.

Brad Will fue asesinado el pasado 27 de octubre. Grababa el ataque de pistoleros al servicio de Ulises Ruiz en contra de las barricadas levantadas en la colonia Calicanto. Un regidor, el jefe de seguridad de la alcaldía y dos policías disparaban a los opositores al gobernador del estado. También lo hicieron contra Brad, que documentó la agresión, siempre detrás de un grupo de jóvenes. No se expuso, pero los pistoleros lo tenían en la mira. Cayó abatido a balazos.

Enfermo, Will llegó a México en octubre de 2006. Su amigo el periodista Al Giordano, editor de The Narco News Bulletin, le recomendó que no viajar al país. "Conociendo -escribió Giordano- la mala suerte que había tenido Brad cubriendo otras noticias (la policía lo había golpeado en Nueva York y en Brasil mientras hacía este trabajo importante, pero peligroso), sus dificultades con la lengua española y el riesgo elevado que corren periodistas independientes (...) le rogué que no fuera." El periodista no le hizo caso.

A pesar de estas dificultades Brad se integró rápidamente a sus labores informativas en Oaxaca. No era, ni mucho menos, un novato. Además de trabajar en Indymedia fue impulsor de radios libres en Estados Unidos, donde participó en la emisora neoyorquina Steal This Radio, una de las más prominentes estaciones piratas de mediados de los noventas. Activista informativo, dondequiera que hubiera movilizaciones populares Brad buscaba la forma de estar para contar la historia. Narró y filmó así ocupaciones de tierra en el noreste de Estados Unidos, luchas contra la privatización en Bolivia, protestas contra la globalización neoliberal y tomas de tierra en Brasil.

Su trabajo periodístico en el sur de México resultó impecable. Tanto así que acabó siendo incómodo para el poder. Las imágenes que grabó de las agresiones en contra del movimiento popular oaxaqueño captaron los rostros de pistoleros y asesinos. Su última crónica, "Muerte en Oaxaca", es un dramático testimonio del asesinato de Alejandro García Hernández, activista de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), y de la represión del gobernador Ulises Ruiz contra los insumisos.

Brad es un ejemplo de la nueva generación de activistas informativos trasnacionales incubados y reproducidos por la lucha de Seattle contra la Organización Mundial de Comercio en 1999. Se trata de periodistas que laboran por fuera de los grandes consorcios informativos, utilizando las herramientas informáticas más modernas, tales como el php, lenguaje de programación que permite la publicación abierta e interactiva a través de Internet (véase Wilkipedia).

Indymedia, la red mundial de centros de medios independientes con la que él colaboraba, es una muestra emblemática de este compromiso político. Formada por colectivos locales en los cinco continentes, nació de la colaboración entre activistas tecnológicos -hackers- y activistas informativos tradicionales. Lo novedoso de su modelo es que fue pionero en agrupar, hacer visibles y facilitar la publicación de informaciones generadas por quienes participaban en protestas sociales, rompiendo el cerco mediático de los grandes consorcios informativos.

Will vivió con gran sencillez, en un edificio abandonado, alejado de las comodidades materiales. Su trabajo de periodista era voluntario. La mayoría de sus ingresos sirvieron para financiar su actividad. Músico y compositor, se convirtió, también, en una trovador de la nueva épica altermundista.

Para su compañero Teo Ballve, "su rostro parecía siempre feliz. No lo puedo describir de otra manera. Recuerdo su entusiasmo. Recuerdo su compromiso". Según su amiga Jennifer Whitney tenía "un enorme corazón abierto, y absolutamente dedicado a ponerse al servicio de la gente en lucha. El era una de esas extrañas personas que parecen, al menos en la superficie, haber encontrado una especie de equilibrio entre la gran seriedad de las luchas que cubría y la alegría y la esperanza necesarias para darle al trabajo".

El 17 de febrero de 2005, Brad escribió, después de una salvaje represión gubernamental en contra de una ocupación de tierras en la ciudad de Goiania, Brasil, de la que él informó ampliamente: "No puedo decirles lo bien que se siente estar vivo". Trágicamente, después de su experiencia oaxaqueña, no puede decir lo mismo.

Este 29 de octubre, en plena ofensiva policial contra el movimiento popular, entre gases lacrimógenos y gendarmes golpeando ciudadanos que resistían la represión con sus cuerpos, centenares de oaxaqueños humildes visitaron su féretro para rendirle un último homenaje. Mujeres llorando y rezando besaron el ataúd para agradecerle su compromiso y honestidad, y darle la despedida. El recuerdo de Brad quedará vivo en la memoria de una de las más grandes revueltas en la historia contemporánea de México.

Publicado en: La Jornada

Brad Will, corresponsal del pueblo caído en México

Por: Angel Palacios (Venezuela)

El viernes 27 fué asesinado Bradley Roland Will por paramilitares del gobierno Mexicano. En las mismas circunstancias murieron el maestro Emilio Alonso y Esteban Zurita, habitantes de Oaxaca al sur del país. En la misma circunstancia fue herido el reportero Oswaldo Ramírez. Todos fueron atacados por mercenarios del Gobierno de Vicente Fox.

Bradley era corresponsal de la cadena de medios alternativos Indymedia de NewYork.

Un valiente estadounidense militante de la vida que combatió cámara en mano, verdad en mano y poniéndole el pecho al riesgo que implica enfocar el lente para multiplicar la voz de los que son negados, de los que son explotados, masacrados y marginados. Hace casi dos meses, Bradley había viajado a Oaxaca a cubrir la lucha de ese pueblo hermano.

El día que lo mataron, Bradley había enfocado su cámara a las protestas populares que llenan las calles de Oxaca, recogiendo las denuncias y llamados de vecinos, trabajadores, maestros y estudiantes. Cuando los funcionarios del gobierno de Fox comenzaron a atacar a los manifestantes, Brad no apagó su cámara. Enfocó a los sicarios, los buscó con el zoom, trató de ubicar a los que disparaban contra el pueblo, se arrastró debajo de vehículos tratando de encontrar el mejor ángulo, el que te permite ver un poco más. "¿Quién es el que dispara? ¿quién es?", preguntó Will. Una voz le respondió "El de blanco, es el de blanco". La jauría de mercenarios lanzó la segunda arremetida contra los manifestantes y Brad tampoco apagó la cámara, sino que trató de acercarse más. Recibió dos disparos. La cámara quedó encendida, como encendido quedó su ejemplo.

A veces una cámara puede ayudar a salvar vidas. A veces el cobarde mercenario que apunta a las espaldas de un pueblo indefenso, esconde su arma frente a una cámara para no ser retratado. A veces el corresponsal corre la suerte de espantar asesinos, registrar la verdad y salir vivo para contarlo. Seguramente Brad con su cámara contuvo muchas balas ese día. Hasta que lo tuvieron a tiro y le apuntaron directamente al estómago. Dos balas para silenciar una cámara.

Pero se equivocaron contigo Brad, porque tu vida, la vida que te quitaron por estar del lado de los humildes, ahora se levanta amplificada para despertar conciencias alrededor del mundo. El pueblo de Oxaca está rompiendo el cerco, su determinación es noticia que no puede ocultarse y vencerá. Se equivocó Vicente Fox y sus oligarcas, porque los ojos de Brad y las voces de los oaxaqueños se están multiplicando por miles y verán la derrota de su gobierno lacayo que tras los cuatro asesinatos del viernes envió a seis mil soldados a intentar seguir aplastando la protesta que sus mercenarios no pudieron disolver.

Bradley murió pero sus imágenes quedan. Entre esas imágenes está el retrato de sus asesinos, malparidas ratas que vendieron su origen por cuatro centavos de dólar y un sueño de poder. Lacras que los pueblos en revolución no perdonarán por la lista de crímenes que tienen encima contra el pueblo mexicano. Podridos seres que disparan contra gente desarmada. A ellos y a sus jefes les llegará la hora de verse frente a la justicia de los pueblos. Y esa justicia que gana terreno en el continente no tardará en llegar a México, y es justicia implacable porque viene del pueblo y el pueblo no olvida.

El mamarracho embajador de los Estados Unidos en México, Tony Garza, hizo su aparición para poner la cara de imbécil que le acompaña desde que nació y condolerse expresando que la muerte de Brad "únicamente incrementa mi profunda preocupación por la seguridad de los estadounidenses que viajen a Oaxaca". Rolo de hipócrita: ahora es que va a ir más gente a Oxaca. Ahora es que van a haber más ojos y cámaras registrando los movimientos que hagan los lacayos de Bush como tú, como Vicente Fox y como los mercenarios que contratan para arremeter contra la población.

La embajada de Bush en México, trató de ocultar la presencia de francotiradores, trató de culpar a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oxaca de haber hecho los disparos, pero las imágenes grabadas por el propio Brad les han hecho tragarse su sarta de engaños.

Los medios comerciales, los que hacen de la realidad una mercancía publicitaria y moldeable salen ahora a decir que Brad murió “cuando cubría aspectos de la violencia desatada en el centro de la ciudad por el conflicto entre el sindicato de maestros y sus aliados, y las autoridades de la entidad”. Métanse la lengua en el bolsillo, medios comerciales. Brad fue asesinado y ustedes tienen parte en la mano que apretó el gatillo. Contra medios como ustedes, encubridores de la verdad, Brad luchaba junto al pueblo de Oxaca. No eran “aspectos de la violencia desatada” lo que grababa Brad, era la lucha de un pueblo por su liberación, contra las marionetas del capital. No mencionen a Brad en sus artículos, que a Brad lo menciona el pueblo con el que luchó.

Al festival de embajadores gringos y medios comerciales se suma ahora la fantasmagórica asociación “Reporteros Sin Fronteras”, para tratar de desviar el meollo del problema, reduciendo el asunto a conocer el calibre de la bala, y el nombre del que disparó. Eso ya se sabe y además se sabe claramente porqué lo hicieron. El asesino no fue un solo individuo. Fue un conjunto de individuos actuando bajo un sistema cuyas normas de supervivencia son: matar, explotar y engañar. El asunto no es sólo tener el nombre del individuo que disparó. Ese individuo es parte de un engranaje. El asunto es investigar cuanto valía el arma, de donde salio el dinero para comprar el arma, quien pagaba la infraestructura de esos sicarios, a quien obedece el que financia a esos asesinos, quién se beneficia con acallar las voces de los que cubren la noticia del lado del pueblo en Oaxaca. Y el nombre es uno solo: imperialismo. A Brad lo mató el imperialismo.

Desde Venezuela, lugar de nuestra América donde luchamos por mantener en alto la dignidad y la soberanía como bandera, te decimos Brad: Honor y Gloria, Compañero! te saludamos en homenaje póstumo y te agradecemos el haber bajado de tu país a jugártela en América Latina por darle voz a los que son silenciados. Te la jugaste, y aunque en esta tanda te toco una bala, vamos a ganarle el partido a los poderosos, a los ricos, a los usurpadores, a los imperialistas, a los terratenientes, a los explotadores, a los asesinos. Esa será tu recompensa, cámara camarada. No te fuiste Brad, estarás en cada trinchera donde un micrófono, un lápiz o una cámara se pongan de lado de los pueblos. Y estarás cada vez más en la memoria de los que luchan por su liberación: ese es para ti Brad, el mejor homenaje porque te pusiste del lado correcto, del lado del pueblo.

HASTA LA VICTORIA, BRAD!

OAXACA VENCERÁ!


El video que grabó Bard, puede verse en: http://video.google.com/videoplay?docid=-3664350201077731285

El colectivo al que pertenecía Brad es: http://nyc.indymedia.org/es/index.html

Más información sobre la lucha del pueblo de Oaxaca en: http://chiapas.mediosindependientes.org/

:::Muerte en Oaxaca. Por: Brad Will

Domingo 29 de octubre de 2006

Bradley Roland Will *


Primeras horas de la tarde del 16 de octubre...

Ayer fui a caminar con la buena gente de Oaxaca. En realidad, caminé todo el día. Entrada la tarde, me enseñaron el muro donde se impactaron las balas. Enumeraban cada una de las que iban encontrando. Me recordó la entrada de la casa de Amadou Diallos 1 , pero en este caso los grafitis estaban desde antes de que ocurriera el tiroteo.

Una de las balas que no pueden ser contadas en la pared aún está en su cabeza. Tiene 41 años, y se llama Alejandro García Hernández, presente cada noche en la barricada del barrio. Una de ellas salió a unirse con su mujer y sus hijos para permitir el paso de una ambulancia. Pero una camioneta pick up trató de pasar inmediatamente después del vehículo de emergencia. Recibió la bala cuando dijo a los ocupantes que no podían pasar. Y nunca lo hicieron. Esos ocupantes, militares en ropas de civil, se abrieron el paso a tiros para salir del lugar.

Un joven que sólo desea ser conocido como Marco estaba con la familia cuando ocurrió el tiroteo. Una de las balas le atravesó el hombro. Se encontraba en un evidente estado de conmoción cuando nos conocimos. Tiene 19 años. Me dijo que aún no había informado a sus padres del hecho -como otros, se presentaba en las barricadas noche tras noche-, y que, tan pronto como la herida sanara, regresaría a ellas. Definitivamente.

Pocos días antes llegó una delegación de senadores, cuya visita tenía por objeto determinar si había ingobernabilidad en el estado. Apenas tuvieron una probadita. Corrió la voz para cerrar el resto del gobierno. Docenas de personas salieron a pie del zócalo oaxaqueño empuñando grandes palos y cargando una caja con docenas de botes de pintura en aerosol. Se apoderaron de tres autobuses de transporte urbano y por la mañana recorrieron toda la ciudad para visitar los edificios gubernamentales e informar a la gente en su interior que quedaban cerrados. Y que agradecerían su cooperación voluntaria.

La gente salió, inquieta, aunque otorgando su colaboración. Mientras desalojaban el último edificio, tres pistoleros llegaron y abrieron fuego. Ya se habían retirado dos autobuses. Estalló el alboroto. Fue una batalla con piedras, tiros de resortera y gritos que duró diez minutos. Dos heridos, uno en la cabeza y otro en una pierna, fueron llevados al hospital mientras continuaba la refriega. La radio dio la alerta y llegó gente de todas partes.

Los pistoleros estaban a la vuelta del edificio. Pero lograron huir. Nadie estaba seguro, pero parecía que estaban adentro, vigilando. Se informó de policías encubiertos cerca del hospital, y pronto salieron hacia allá varios hombres dispuestos a vigilar a los heridos.

Lo que se puede decir de este movimiento, de este momento revolucionario, es que está creciendo, aumentando, tomando forma -uno lo puede sentir-, tratando desesperadamente de lograr una democracia directa. En noviembre, la APPO sostendrá una conferencia para buscar conformar una Asamblea Estatal del Pueblo de Oaxaca, o AEPO. Hoy en día existen 11 de 33 estados que han anunciado la conformación de asambleas populares al estilo de la APPO. Y también unas cuantas al otro lado 2 , en Estados Unidos.

Y los marinos han regresado al mar, aunque la policía federal que devastó Atenco permanece en las cercanías. Mientras, el reciente campamento (de la APPO) 3 en la ciudad de México ha iniciado una huelga de hambre porque el Senado puede hacer renunciar a Ulises Ruiz Ortiz.

¿Qué sigue? Nadie está seguro. Es como si la luz atravesara el cristal. O bien lo quema o bien pasa a través de él. Lo que está claro es que esto es más que una huelga, más que la expulsión de un gobernador, más que un bloqueo, que la unión de diferentes elementos. Es una revuelta popular genuina. Y luego de décadas del priísmo gobernando mediante el soborno, el fraude y las balas, la gente está cansada. Llaman a ese partido la tiranía, y está dispuesta a destruir ese autoritarismo.

En la calle se puede escuchar el murmullo de la selva lacandona. En las esquinas la gente decidiendo permanecer junta. Uno les ve las caras: indígenas, mujeres, niños, tan bravos y alertas en la noche, orgullosos y resueltos.

Regresé caminando de la barricada donde me encontré con Alejandro, junto con un grupo de seguidores del movimiento, que vinieron de un distrito lejano, a media hora de camino. Iba hacia la morgue con un grupo enfurecido. Entramos y vimos al propio Alejandro. No había visto muchos cuerpos en mi vida. Tremenda sensación. En la esquina, una pila de cuerpos, casi todos los que han muerto, sin refrigeración. Y el olor. Tuvieron que abrirle el cráneo para extraerle la bala. Regresamos caminando todos juntos.

Y ahora Alejandro se mantiene a la espera en el zócalo, como los demás en los otros plantones. Espera una tregua, un cambio, un avance, una salida. Una solución. Esperando que la tierra cambie y se abra. En espera de noviembre, cuando pueda sentarse con sus seres queridos, el Día de Muertos, y compartir comida y bebida y cantar. Esperando que la plaza se le venga encima y arda. Sólo espera hasta la mañana, pero esta noche espera que el gobernador y su entorno se vayan para nunca regresar.

Una muerte más, otro mártir en esta guerra sucia, otro momento para llorar y lastimarse, otra oportunidad de conocer el poder y su horrible cabeza, otra bala rasga la noche, otra más en las barricadas. Alguien mantiene las fogatas. Otros se envuelven y duermen. Pero todos están con él mientras descansa, una última noche, bajo su mirada.

* Esta es la última información enviada a Indymedia por el camarógrafo y reportero estadunidense Bradley Roland Will, antes de ser asesinado a tiros por efectivos paramilitares asociados a las autoridades oaxaqueñas. El estilo y la redacción fueron respetados.

1 . Joven oriundo de Guinea que, en 1999, cayó cerca de su departamentito en el Bronx, en Nueva York, herido de muerte por 19 de las 41 balas que agentes encubiertos de la policía le dispararon al confundir su billetera con un arma.

2. En español, en el original

3. Nota del traductor

Traducción: José Galán